jueves, 28 de agosto de 2014

Llega septiembre y yo extrañando

Yo creo que lo más difícil en la vida es extrañar. El otro día leí que cuando extrañas a alguien, en realidad no extrañas a esa persona, sino la forma en la que tú te sentías cuando estabas a su lado. Bueno, como sea… eso es horrible.

Y quizá es verdad, uno se extraña a sí mismo, pero eso no quita que sea difícil, porque la persona en cuestión era clave para que te sintieras de la manera que extrañas estar y no importa lo que avances en la vida, la ausencia se sigue sintiendo.

Con el tiempo aceptas que ya no te vas a sentir igual, entonces otros estados de ánimo, otras experiencias y otros recuerdos rellenan el vacío que quedó; aunque en el fondo una parte de ti sigue extrañando con cierta melancolía, porque sabe que por mucho que se rellene el hueco con nuevos momentos, siempre le hará falta ese puñadito que se fue.

Claro, ahorita me vienen a la mente personas que creí que iba a extrañar y pues… ya no. Es más, ni siquiera entiendo porque querría volver a pasar por ahí, pero esa es otra historia. Este post es para los amores de verdad, esos que se quedaron en el camino, ya sea porque la vida o la muerte te separó de ellos.


Es el síndrome de septiembre. Un mes en el que extraño mucho. 

sábado, 28 de junio de 2014

Porque todas podemos ser hadas buenas o brujas malas

Cuando traiciones la confianza de una mujer 
                     
       ¡Acuérdate de Maléfica!